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Javier Munguía
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(Hermosillo, 1983) es narrador y ensayista. Autor de Gentario (Unison, 2006), Mascarada (ISC, 2007) y Modales de mi piel (Jus, 2011), y coeditor de Las cartas del Boom (Alfaguara, 2023), epistolario entre Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. Ha contribuido con reseñas y ensayos en medios como Confabulario, Letras Libres, Nexos, Crítica y Replicante. Licenciado en Literaturas Hispánicas por la Universidad de Sonora, donde estudió también una maestría en Literatura Hispanoamericana. Ganador del Concurso del Libro Sonorense, género cuento, en 2006. Becario en dos ocasiones del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de su estado.

(Hermosillo, 1983) he is a narrator and essayist. Author of Gentario (Unison, 2006), Mascarada (SC, 2007) and Modales de mi piel (Jus, 2011), and coeditor of Las cartas del Boom (Alfaguara, 2023), an collection of letters between Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez and Mario Vargas Llosa. He gas published several reviews and essays in Confabulario, Letras Libres, Nexos, Crítica, and Replicante. He has a Bachelor's degree in Hispanic Literature and a Masters in Hipanoamerican Literature by the University of Sonora. He won the Sonorense Book Award in the Short Story category in 2006. He has been a fellow of the Fondo Estatal para la Cultura y las Artes.

Obras publicadas/

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El caso Cumbres: los crímenes de Diego Santoy

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Pocos casos criminales del México reciente son tan conocidos y a la vez mal comprendidos, incluso distorsionados por los medios de comunicación y seudoinvestigadores de las redes, como el ataque de Diego Santoy a la familia Peña Coss, ocurrido el 2 de marzo de 2006, en la colonia Cumbres, de Monterrey.

Tras huir y ser capturado, Santoy admitió haber agredido a su exnovia Érika y asesinado a los hermanos de ella, Érik y María Fernanda, solo unos niños, además de secuestrar a Catalina, la empleada doméstica de la familia. Menos de un mes después, Santoy acusó a Érika de ser la asesina de los niños. Su segundo relato fue ampliamente aceptado y produjo otras versiones que acabaron por enturbiar la verdad de forma perdurable.

Provisto de información extraviada o nunca asimilada y uniendo las piezas de la historia de forma minuciosa, Javier Munguía propone al lector de El caso Cumbres reexaminar los hechos bajo otra óptica y enfrentarse a un escenario inquietante: una sociedad que da la espalda a las víctimas y se convierte en uno más de sus verdugos.

Few recent Mexican criminal cases are as well-known and at the same time misunderstood, even distorted by the media and pseudo-investigators on the Internet, as Diego Santoy's attack on the Peña Coss family, which occurred on March 2, 2006, in the Cumbres neighborhood of Monterrey.


After fleeing and being captured, Santoy admitted to having assaulted his ex-girlfriend Erika and murdered her siblings, Erik and Maria Fernanda, just children, in addition to kidnapping Catalina, the family's domestic worker. Less than a month later, Santoy accused Erika of being the children's killer. His second story was widely accepted and produced other versions that ended up clouding the truth in a lasting way.

Provided with information that has been lost or never assimilated and meticulously putting together the pieces of the story, Javier Munguía invites the reader of El caso Cumbres to reexamine the facts from a different perspective and confront a disturbing scenario: a society that turns its back on the victims and becomes one more of their executioners.

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